Actualizas la maquinaria, refuerzas el personal, renuevas material… ¿y por qué crees que no hay que actualizar la imagen de la empresa? Es tan importante como cualquier otro punto: al final la imagen de la empresa es aquello que ven tus clientes y tu público potencial y se basarán en esa imagen para generarse un mapa mental de lo que eres. ¿Por qué hacer un restyling? ¿Y cómo hacerlo sin que impacte negativamente en las ventas? Sigue leyendo y lo descubrirás.
¿Por qué renovar la imagen de la empresa?
Hay varios motivos por los que puedes necesitar renovar la imagen de tu empresa:
- Tu empresa ha encontrado la estabilidad: hay empresas que nacen con una intención y que, con el paso del tiempo, han encontrado su nicho de mercado, ligeramente diferente a la intención inicial. En este caso es importante que la imagen varíe y se adapte al nuevo concepto de la empresa.
- Quieres cambiar la percepción que los clientes tienen sobre tu empresa: es algo bastante común en los últimos años. Incluso las más grandes empresas han realizado un restyling para potenciar la cara más amable, más social o más innovadora de la empresa. El mejor aliado para ello es una nueva imagen de empresa, con un logo más moderno, colores corporativos más a la moda…
- Quieres expandirte o crear nuevas líneas de negocio: según como sea el logotipo, los colores, la tipografía o el idioma del nombre es probable que, si quieres internacionalizar la empresa o abrir nuevas líneas de negocio, tengas que modificar algunos aspectos de tu imagen corporativa.
Consejos para hacer un restyling efectivo y positivo
Puede que te sientas abrumado pensando en modificar el logotipo, colores, tipografías… y quizás te invade el miedo a que los clientes no te reconozcan. Para evitarlo, la renovación de la imagen de empresa debe hacerse de forma muy sutil.
Piensa en las grandes marcas, como por ejemplo Adidas o Pepsi. Cada pocos años hacen un ligero restyling: redondean líneas, refuerzan los colores corporativos o dan más protagonismo a ciertos elementos. En el caso de Citroën, por ejemplo, sólo se redondearon las puntas de las flechas y este pequeño cambio ha hecho que su imagen corporativa parezca mucho más moderna e innovadora.
Estas modificaciones son positivas porque se hacen a menudo y sin perder la esencia de la marca:
- Logotipo claro, indistintamente de cuál sea su tamaño
- Nombre y palabras claras y concisas
- Eslogan atractivo y directo
- Cambios sutiles, únicamente actualizar o modernizar según las tendencias del momento
- Mantener el hecho de que tu marca siga reconociéndose en esa nueva imagen
Como ves, renovar la imagen de la empresa puede ser muy efectivo si sabemos cómo hacerlo y los pasos a seguir para no perder identidad corporativa. ¿Estás en proceso de renovación de imagen de marca o restyling? ¿Ya la has realizado y quieres compartir con nosotros cuáles han sido los resultados? ¡Cuéntanos tu experiencia!