¿Conoces la importancia del lenguaje paraverbal y no verbal? En este artículo te contaremos 10 claves fundamentales de este apartado de la interacción entre personas y cómo estas influyen en ámbitos tan diversos como el trabajo, las relaciones sociales o el liderazgo político.
Para que aprendas los principales conceptos alusivos a esta disciplina, la comunicación paraverbal y no verbal hace referencia a la manera en la que decimos las cosas, el tipo de entonación que empleamos, la velocidad, el volumen, el ritmo o el énfasis, mientras que la comunicación no verbal se basa en los signos e indicios que carecen de una estructura sintáctica verbal y que reflejan el estado emocional y el carácter del individuo.
Por lo tanto, la comunicación verbal se basa en aquello que dices, la paraverbal en cómo lo dices y la no verbal en lo que transmites a través de gestos, haciendo esta última referencia a posturas, actitudes, miradas o movimientos corporales de carácter individual.
10 consejos para mejorar tu lenguaje paraverbal y no verbal
Para comenzar, cabe destacar que mientras que solemos poder controlar de acuerdo a nuestras exigencias el lenguaje verbal, el corporal, también denominado paraverbal es mucho más sincero y espontáneo debido a que los gestos están conectados de forma directa e inconsciente con nuestras emociones y recuerdos. Acto seguido, analizamos 10 signos de comunicación no verbal:
- La mirada: es un elemento estrechamente ligado a nuestro espectro emocional. Cuando prestas atención a algo o a alguien tus pupilas experimentan una dilatación considerable, mientras que cuando algo te enfada, te desagrada o te molesta se contraen. Además, la mirada es un claro exponente del nivel de sociabilidad y extroversión, ya que mientras que las personas tímidas no logran mantener la mirada durante mucho tiempo seguido, las que lo hacen fijamente y sin parpadear transmiten una actitud demasiado agresiva. Lo ideal es poder mirar directamente a los ojos, transmitiendo al otro interlocutor sensaciones positivas.
- La sonrisa: Sonreír tiene un montón de implicaciones positivas en lo tocante al lenguaje no verbal, ya que establece vínculos de empatía con el resto de personas y es un baremo para detectar la simpatía o el agrado, mostrándote como una persona abierta y pudiendo conocer si otra lo es. Para analizarlas, debes saber que un rasgo de las sonrisas espontáneas es que en ellas los músculos de alrededor de la boca se mueven -en torno a los ojos y de las mejillas, que ascienden-, mientras que quién finge una sonrisa mueve exclusivamente los músculos de la propia boca.
- Los brazos: Cuando los cruzas, generas una barrera ante las circunstancias incómodas y muestras una actitud negativa y a la defensiva, generando rechazo. Intenta no adoptar este tip de lenguaje corporal.
- Las manos: Son fundamentales en la comunicación no verbal. Si muestras las palmas revelarás sinceridad y honestidad, mientras que si las guardas dentro de los bolsillos pareces una persona opaca y poco transparente. Si el pulgar u otro de los dedos asoma, reflejas que ejerces gran control sobre las cosas.
- Las piernas: Cruzarlas simboliza lo mismo que cuando lo haces con los brazos: negatividad y hostilidad. Si ambos se producen a la vez, se evidencia más la actitud a la defensiva.
- Los pies: Aunque no sea la parte del cuerpo a la que prestamos más atención, muestran información interesante. Cruzando uno sobre otro comunicas introversión y una actitud cerrada hacia los demás, y si lo tuerces por el lado del tobillo hacia afuera denotas incomodidad. Lo ideal es que los pies apunten en la dirección hacia la persona con la que estás hablando.
- El saludo: Los apretones débiles de manos reflejan pasividad y poca confianza, aunque los excesivamente fuertes indican agresividad y un carácter dominante. Por tanto, es fundamental encontrar un punto medio que refleje confianza.
- Espacio personal: A la hora de poner en práctica la comunicación no verbal, el espacio es fundamental. Según el antropólogo de Estados Unidos Edward Hall, puede diferenciarse entre cuatro tipos diferentes de distancias:
- Distancia íntima: entre 15 y 45 cm. Es la que se crea en exclusiva con aquellas personas de mucha confianza y con las que existe un vínculo emocional o incluso de carácter más íntimo
- Distancia personal: entre 46 y 120 cm. Es la distancia que mantienes en una celebración, en el ámbito laboral o en una conversación con amigos.
- Distancia social: entre 120 y 360 cm. Es la distancia con las personas con las que no tienes realmente ningún tipo de relación, como un operario técnico, una médico o una profesora.
- Distancia pública: más de 360 cm. Es la distancia en la que te colocas frente al público cuando vas a dar un discurso, charla o conferencia.
- Postura corporal: Es fundamental tener el pecho erguido y la cabeza alta para reflejar confianza y seguridad. También es aconsejable evitar tener la cabeza gacha y los hombros caídos, ya que de esta forma denotas inseguridad y no transmites sensación de autoestima.
- La vestimenta: Es importante que esté adaptada a las situaciones laborales, personales y sociales para causar buenas impresiones.